Manuel Campo Vidal es periodista, ingeniero técnico, doctor en sociología, presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias de Televisión de España, director del Instituto de Comunicación Empresarial… y ha presenciado eventos que han marcado la historia de España. Como dice la profesora Mariela Gómez Ponce, “Manuel ha logrado que PP y PSOE se pongan de acuerdo”, en relación con la preparación del debate.
Pero además, no deja de escribir libros, como por ejemplo La España que hereda Felipe González o ¿Por qué los españoles comunicamos tan mal?, de 2008. A finales de septiembre, coincidiendo con el 80 cumpleaños del ex-presidente, Campo Vidal publicó Adolfo Suárez. El presidente inesperado de la Transición, un libro en el que se desvelan algunos secretos…
Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras
“Lo que hemos sabido este año es que Adolfo Suárez se jugó la vida detrás de lo que no vieron las cámaras de televisión”, contaba Campo Vidal en una conferencia ofrecida el jueves a los alumnos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza. La referencia se ubicaba en aquél 23 de febrero de 1981, cuando un guardia civil intentó un Golpe de Estado en el Congreso de los Diputados que, por suerte, fue fallido.
Todavía hay partes de la historia de ese 23-F que están desclasificadas. Felipe González dice que todavía es pronto para conocer algunas cosas que quedan por saber. Sin embargo, en este libro de Manuel Campo Vidal aparece el testimonio de Alfonso Guerra, que cuenta cómo Adolfo Suárez arriesgó su vida cuando Tejero se lo llevó del hemiciclo (considerando la idea de que lo fuera a fusilar) y se enfrentó a él.
Suárez fue “el político más kennediano que tuvimos, por su capacidad de convicción”. “Se alió con la comunicación: tenía las cosas muy claras y era valiente, atrevido hasta el límite de lo temerario”, como demuestra Campo Vidal en este episodio de la Historia de España. “Hasta aquél momento, españa había sido gobernada por ancianos, por militares o por personas que hablaba desde los balcones”, por eso impresionó tanto Suárez.
Y, relacionando la etapa que aparece en su libro con la difícil situación actual, Manuel Campo Vidal asegura que “hay que hablar, hay que acordar y hay que renunciar; con ese espíritu se hizo la transición”.
“Creo que si en este país comunicáramos mejor y tuviéramos más sentido emprendedor, hubiéramos salido antes de la crisis”. Manuel Campo Vidal hablaba de los idiomas, la comunicación y el emprendimiento como asignaturas pendientes en el sistema educativo español.
Según el periodista, los españoles, y por extensión, los latinos (excepto Argentina), contamos las cosas peor, “eso, en el mundo profesional, supone que convencemos menos, formamos menos líderes y tenemos menos relevancia como país”. Comunicar bien requiere cuatro habilidades: leer, escribir, hablar y escuchar. Según Campo Vidal, a los españoles solo nos han enseñado las dos primeras. En Italia y Argentina llegan hasta la tercera.
Manuel Campo Vidal y Mariela Gómez Ponce
Pero también había hueco para la esperanza: “Yo creo que sí vamos a salir, pero vamos a salir con la ayuda de todos. Estoy convencido de que un país con 5 millones de parados, lo resuelven un millón de emprendedores”. Tenemos que encontrar entre todos un nuevo sistema económico: reindustrializar y reconstruir el esquema productivo, quitándonos esa aversión al riesgo que nos inculcan cuando se escucha la palabra “emprender”, según Campo Vidal.
Y aunque las palabras del periodista eran contundentes: “No sabéis cuantas oportunidades perdemos por no saber comunicar”; admitió que no todo es malo: hablamos español, que junto con el inglés y el chino, son los idiomas del mundo. Tenemos capacidad de improvisación para dar respuestas rápidas (aunque a veces nos fiamos demasiado de ello). Y somos más generalistas, tenemos más conocimientos de base: en la NASA, los profesionales más valorados son los españoles por este motivo.
